Ideas para un Cauca dividido

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Por: Juan Carlos López Castrillon –

El Cauca logró fácilmente dividirse entre “Ellos” y “Nosotros”. Lo complicado es que “Ellos” están subdivididos y “Nosotros” también, más aún, la definición de “Ellos” y “Nosotros” es confusa, y esa confusión – impulsada muchas veces por quienes quieren que actuemos como enemigos – nos lleva a caer en actos y expresiones de racismo de lado y lado.

Actos como el bloqueo de carreteras, que se presentó hace poco en la vía Panamericana y mantuvo aislados a los departamentos de Cauca y Nariño del resto del país, no tienen ninguna justificación. Es cierto que los indígenas han encontrado en las vías de hecho la única manera para ser escuchados, pero esa no puede ser la excusa para sitiar una ciudad, e incluso una región, al impedir el tránsito de vehículos, pasajeros, alimentos y combustible, entre otras afectaciones. La lucha por los derechos de unos no puede afectar el libre acceso a los derechos de los otros.

Pero veamos un poco más allá, analicemos en un brochazo muy rápido y grueso el actual entorno para nuestro departamento:
Uno, sus indicadores de pobreza lo siguen situando en los tres últimos lugares; dos, tenemos una economía con datos ficticios. Si quitamos del PIB lo que aportan los parques industriales limítrofes con el Valle nuestra riqueza productiva puede pasar al último lugar; tres, el círculo virtuoso de atraer inversión para generar empleo y por ende desarrollo social está lesionado, ¿qué empresario va a querer traer su capital al Cauca cuando ve por televisión unas imágenes de una región enfrentada y bloqueada? ¿Cuánto tiempo toma recuperar la confianza empresarial después de cada paro como el que acabamos de vivir?; cuatro, no alcanzamos a tener en producción ni el 10% de nuestra geografía, siendo este un departamento netamente rural y socialmente dependiente de la agricultura y el comercio, pero con esquemas de atraso competitivo importantes.

¿Qué hacer entonces para que los más de 1 millón 200 mil habitantes del Cauca podamos tener una oportunidad para salir del atraso y el subdesarrollo?
La respuesta completa y certera no la tiene nadie, pero varios caucanos han compartido ideas sobre qué podemos hacer para volver viable un departamento que hoy no tiene esa lectura a nivel nacional, menos internacional. A continuación comparto las que considero más acertadas.

Uno, construir tolerancia, pero bajo un precepto, que nuestros derechos llegan hasta donde empiezan los derechos del otro. A la brava o por la fuerza solo se consigue acelerar una espiral para generar una nueva escalada de violencia, división y rechazo por el otro.

Dos, hay que estar unidos en la diferencia, divididos y enfrentados no saldremos nunca adelante, el periodo de las confrontaciones ha demostrado que ahí perdemos todos. Retomando una frase de Marco Antonio Valencia, estoy de acuerdo en que nuestro potencial más importante es la diversidad. Debemos darle vuelta a ese precepto negativo de que estamos atomizados, para convertirlo en un puntal de desarrollo. Diversidad en riquezas naturales, diversidad en etnias y diversidad en culturas.

Tres, potencializar nuestras fortalezas competitivas, si no lo hacemos no tendremos espacio dentro del marco de la economía y ello debe entenderse en el sentido que quienes lo pueden hacer son las personas y las empresas. Sólo apoyando la generación de trabajo seremos viables.

Cuatro, el papel del gobierno nacional y el local tienen que quedar completamente claros en esta encrucijada. Lo que dependa del nivel Central se debe cumplir con rigurosidad, de lo contrario se vuelve a romper la frágil confianza que existe en la institucionalidad; y las acciones de lo regional deben priorizar los espacios para mejorar la competencia.

Cinco, convivir es obligatorio. No hay de otra. Una región donde el 20% es de origen afro, un 20% es indígena y un 60% es mestizo, no puede ser excluyente.

Para concluir, aprovechemos esta nueva instancia de concertación creada por el decreto 181 de la semana pasada, para intentar poner en marcha no sólo el cumplimiento de los acuerdos con el movimiento indígena, sino también para que se resuelvan los incumplimientos históricos que Colombia tiene con los campesinos, los afros, los empresarios y todos los caucanos, que nos han relegado al lugar que hoy ocupamos en el panorama nacional.