Reflexiones políticas.

Carlos E Cañar

Por: CARLOS E. CAÑAR SARRIA .
carlosecanar@hotmail.com
– Primera. Iván Duque resultó siendo el candidato oficial del Centro Democrático en la difícil disputa a la Presidencia de la República. Le corresponderá la no complicada tarea de enarbolar las banderas del uribismo, agrupación que espera el devenir de los acontecimientos para concretar la coalición que definitivamente pueda dejar con el oxígeno necesario al uribismo en la lucha por el poder. Expectativas por los resultados de las alianzas ente los ex presidentes Uribe y Pastrana. Duque tiene la tarea de prepararse para ganar la candidatura como resultado de la coalición de centro derecha. Si la coalición se mantiene, a Duque le correspondería ganar una nueva elección entre Marta Lucía Ramírez y posiblemente Alejandro Ordoñez, si es que quiere aparecer en el tarjetón presidencial para la primera vuelta.

La verdad es que de Duque poco se sabe, abogado y político, llegó al Congreso en calidad de senador en el 2014, hijo de Iván Duque Escobar, ex gobernador de Antioquia y ex ministro. Duque es además escritor, columnista y un apasionado por los asuntos de la economía. En concreto, dueño de una hoja de vida nada despreciable, pero en nuestro criterio, le falta mucho pelo para moño. Reciente encuesta en Semana lo ubica de sexto, por debajo de Fajardo, Petro, Vargas Lleras, De la Calle y Marta Lucía Ramírez, respectivamente.

Conocidos los resultados de la última encuesta, el ex presidente y actual senador, Álvaro Uribe se refirió de Duque como “joven, preparado, garante de trasparencia”; al tiempo que advirtió que de ganar la presidencia, Duque “no sea ningún presidente en coqueteos con el terrorismo, sino un presidente preocupado por los ciudadanos”.
Segunda. Así algunos piensen lo contrario, Gustavo Petro será una de las fichas claves a la hora de definir la lucha por la presidencia de la República. No obstante haber salido de la Alcaldía de Bogotá con no mucha popularidad, no deja de subir en las encuestas para las presidenciales del próximo año. Petro encarna la inconformidad popular ante el estado de cosas de la política tradicional colombiana saturada de politiquería, clientelismo, amiguismo, burocracia y populismo; patologías que tienden a complementarse o a confundirse entre sí. La candidatura de Petro, indiscutiblemente hace más interesante el debate, la confrontación ideológica y programática tras la conquista del poder. Obviamente, se esperan alianzas y coaliciones que se irán clarificando en la medida en que evoluciona el proceso electoral en corto tiempo. Si las cosas siguen como están, Petro sería el sucesor de Santos.

Tercera. El Centro Democrático tomó la decisión de abrir lista para el senado que encabezará el ex presidente Álvaro Uribe. La gran diferencia es que la lista será abierta no cerrada como la vez pasada. Todos los que aparezcan en esta listan tendrán que competir con Uribe, quedándoles la complicada tarea de conquistar cada aspirante sus propios votos. Decisión, que desde luego, no fue bien recibida por algunos congresistas de esta agrupación política. Con la lista abierta el voto resulta preferente, es decir, se vota a la vez por el partido y por el candidato. En la contienda pasada, la imagen de Uribe arrastró las demás curules y de esta forma pudieron ser senadores varios personajes sin necesidad de que hubieran votado por ellos. Algunos senadores amañados en respirar con los pulmones de su jefe han expresado su desacuerdo y han decidido marginarse de participar en la próxima contienda electoral como es el caso del senador Alfredo Ramos.

Cuarta. Según informes y comentarios de prensa, Coalición Colombia es el nombre de la alianza establecida entre el ex gobernador de Antioquia Sergio Fajardo y su movimiento Compromiso ciudadano y los senadores Jorge Enrique Robledo del Polo Democrático y Claudia López de Alianza Verde. Se estableció que Claudia López y Jorge Robledo aspirarían nuevamente al Senado por sus respectivos partidos. Se dice que fajardo encajaría muy bien en el voto de opinión. No se puede desconocer el liderazgo de Fajardo, que su figura refresca el panorama político; es un hombre que es resultado de la academia y no de la política tradicional, pero no obstante estas virtudes, en muchas ocasiones deja dudas por sus posturas políticas ambiguas, que finalmente desconciertan y no se sabe al fin a qué está jugando.

Quinta. La lucha por la Presidencia se hace cada vez más difícil e interesante. Hasta el momento nada está definido y falta mucho por recorrer. Hay muchas expectativas, vendrán días difíciles pero la gran mayoría de colombianos esperamos que el proceso democrático transcurra en paz. Que sean unas campañas de coaliciones, alianzas, debates ideológicos y programáticos. El Estado debe garantizarles la integridad física a todos los candidatos para no repetir aciagas experiencias de tiempos pasados. Una democracia moderna requiere de unos partidos fuertes, que no los hay, por lo tanto tenemos que admitir los que tenemos.

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